Situación de la porcicultura mexicana: modernización

Artículos

Situación de la porcicultura mexicana: modernización

13 July 2016

La porcicultura en México está tomando más importancia gracias a la implementación de proyectos de inversión encaminados a lograr la modernización a través de la integración de los distintos actores de la red, la atención de los problemas sanitarios y el incremento de la productividad y rentabilidad de actividad porcícola.

Artículo de Antonio Godina González, Residente Estatal y Felipe de Jesús Pacheco Facio, Especialista, Residencia Estatal de FIRA en Sonora. La opinión aquí expresada es de los autores y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.

De acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (por sus siglas en ingles USDA), la producción mundial de carne de cerdo ha presentado un crecimiento promedio anual del 2% en los últimos diez años.

Así en 2014 la producción mundial de carne de cerdo fue de 110.48 millones de toneladas, siendo los principales países productores:

1º. China con una producción de 56.6 millones de toneladas de carne de cerdo aportó el 51% de la producción mundial.

2º. La Unión Europea produjo 22.4 millones de toneladas, lo que representa el 20% de la producción mundial total.

3º. Estados Unidos aportó el 10% del total de la producción mundial, es decir produjo 11 millones de toneladas de carne.

4º. Brasil produjo 3 millones de toneladas de carne, es decir, produjo el 3% de la producción mundial de carne de puerco.

5º. México como productor de carne de cerdo, en 2014 produjo 1.29 millones de toneladas ocupando el noveno lugar colocándose entre los diez países más importantes en la producción de carne de cerdo.

La producción de carne de cerdo en México se ubica en prácticamente todos los estados del país, sin embargo, el 80% de la producción se encuentra en los siguientes 8 estados de la república mexicana: Jalisco, Sonora, Puebla, Veracruz, Yucatán, Guanajuato, Michoacán y Oaxaca.

En 2011 la producción porcícola en México representó el 6.2% de la producción pecuaria nacional y en 2014 aumentó a 6.6%, lo que muestra la importancia que está tomando la porcicultura en México.

Durante los tres años recientes, la oferta nacional ha sido suficiente para cubrir el 60 por ciento de la demanda del país, mientras que el 40 por ciento restante se abasteció a través de las importaciones.

Exportaciones de cerdo mexicano

Recientemente la porcicultura mexicana obtuvo la aprobación del Certificado Zoosanitario de Exportación que permite a los establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF) exportar a Japón. Con ello las exportaciones mexicanas de carne de cerdo a Japón se incrementaran por encima de lo exportado en 2014, que fueron del orden de las 90 mil toneladas, volumen equivalente a 160 mil toneladas de carne en canal, que representaron un ingreso de divisas por 430 millones de dólares. El destino de exportaciones son: Japón con 81.9, Corea del Sur con 9.4, y Estados Unidos 8.5 por ciento y volúmenes marginales se destinaron a Canadá, China y Singapur.

Por lo que se refiere al consumo doméstico de carne de cerdo en México este se ha incrementado de 16 kilogramos per cápita en 2013 a 16.6 kilogramos en el 2014.

Lo anterior demuestra que la producción e industrialización de carne de cerdo en México tiene la calidad y competitividad para satisfacer los estándares de los mercados más exigentes y puede continuar exportando a diversos países del mundo.

Modelo de modernización y especialización

Para la atender la demanda de los mercados internacionales y locales, los porcicultores mexicanos fortalecen los sistemas de producción mediante diversas estrategias, como son la integración productiva y las alianzas estratégicas, para la implementación de proyectos de inversión encaminados a lograr la modernización y especialización productiva, el cual considera entre otras cosas, la ntegración de los distintos actores de la red, la atención de los problemas sanitarios y el incremento de la productividad y rentabilidad de actividad porcícola.

Algunos de los beneficios que se están logrando con estos proyectos es una reducción significativa de problemas sanitarios, un incremento de hasta el 50% en el número de lechones por hembra por año y un 25% más de peso de los lechones al destete, además de otros beneficios como es una reducción en el periodo de engorda de los cerdos que se traduce en menores costos de producción.

En este modelo de modernización y especialización productiva las empresas tractoras, los intermediarios financieros y el gobierno federal juegan un papel fundamental para fortalecer la porcicultura mexicana, gracias a la suma de esfuerzos, recursos y voluntades.

En este proceso, el financiamiento de FIRA y de los diferentes intermediarios financieros, juegan un papel determinante. Así la cartera con recursos y servicios de FIRA al primer semestre de 2016 supera los 4,650 millones de pesos, destinados a financiar inversiones fijas y capital de trabajo de las empresas, siendo los estados de Sonora y Yucatán donde mayor financiamiento canaliza FIRA.

Por otro lado, el Gobierno de Federal a través de diferentes programas de apoyo, como el de Fomento Ganadero, destina recursos para apoyar la creación de infraestructura y adquisición de pie de cría de alta genética, para mejorar la productividad y rentabilidad de la actividad. También se impulsa y apoya el uso de coberturas de precios para la carne de cerdo y para la adquisición de granos.

Vulnerabilidad

Estos proyectos de desarrollo buscan atender los principales problemas de la red porcícola en México, como son los siguientes:

1) Presencia de problemas sanitarios
2) Sistema y época de producción
3) Falta mayor valor agregado
4) Desarticulación de los diversos actores de la red
5) Baja rentabilidad y el aumento de costos productivos

Históricamente la porcicultura de ha desarrollado en sistemas de producción de ciclo completo en un mismo lugar, representando mayor vulnerabilidad a problemas sanitarios y baja eficiencia productiva. Actualmente la tendencia del modelo de producción se dirige a la especialización y modernización productiva, como una estrategia para contrarrestar la presencia de brotes sanitarios y mejorar los parámetros productivos y económicos.

La especialización productiva porcícola puede ser variable en la forma de ordenamiento y ejecución, pero común en sus principios porque se basa en procesos sostenibles e innovadores que buscan fortalecer a los actores de la red estableciendo una relación de negocio de largo plazo con beneficios para todos los participantes.

La implementación de proyectos de inversión para lograr la modernización y eficiencia productiva de la porcicultura, requiere de esquemas de financiamiento apropiados en lo que se refiere a montos, plazos y sistema de amortización de los créditos. Y es aquí donde la participación de FIRA y los distintos intermediarios financieros juegan un papel preponderante para apoyar la transición hacia una porcicultura moderna y competitiva en los diferentes mercados del mundo.

Artículos