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Peste porcina clásica, una grave amenaza: introducción
25 September 2015La peste porcina clásica (cólera porcino) es considerada como la enfermedad que mayores pérdidas ha ocasionado a la industria porcina en los países que la han padecido. Convirtiéndose en el principal limitante en la productividad en los países y en granjas donde está se ha presentado. Así como en el mayor obstáculo en la comercialización nacional e internacional para las naciones donde existe, entre otros. (Primera parte de una serie de dos artículos).
Artículo de Virgilio Secundino Jiménez, especialista en producción animal, República Dominicana.
La peste porcina clásica, es una enfermedad altamente contagiosa que causa la degeneración en las paredes de los capilares, dando como resultado hemorragias y necrosis de los órganos internos.
En primer lugar la peste porcina clásica (PPC) se caracteriza por fiebre, anorexia, vómitos y diarrea que pueden ir seguidos por un proceso crónico de la enfermedad caracterizado por infertilidad, aborto y descendencia débil de las cerdas. Sin embargo, casi todos los cerdos mueren en 2 semanas después de que aparezcan los primeros síntomas.
La PPC es una enfermedad viral altamente contagiosa cuya gravedad varía en función de la cepa del virus, la edad del cerdo y el estado inmune de la cerda.
Puede presentarse en forma aguda, subaguda, crónica, congénita o persistente. La primera se presenta en cerdos jóvenes y las demás generalmente en adultos. También conocida como cólera porcino, se le considera como una enfermedad transfronteriza, afectando a cerdos domésticos, asilvestrados y demás variedad de la especie sus scrofa, disminuye la producción, es un riesgo para la seguridad alimentaria de la población e impide el comercio seguro en los ámbitos nacionales e internacionales
El agente causante, el virus de la peste porcina clásica, ha demostrado estar estructural y serológicamente relacionado con el virus de la diarrea vírica bovina (BVDV) de vacas y con el virus de la enfermedad de la frontera (EFV) de ovejas. Estos virus están agrupados conjuntamente en el género pestivirus en la familia Flavividae.
Hay un solo serotipo del virus de la peste porcina clásica; la enfermedad figura en la lista del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) 2009 y es de declaración obligatoria a la OIE.
Se conoce desde hace mucho que la naturaleza del material genético de los pestivirus es ARN, es decir, ARN de cadena positiva que carece de poliadenilación significativa. El HCV probablemente comprende 3-5 proteínas estructurales de las que dos están posiblemente glicosiladas. Sin embargo se desconoce la cantidad de proteínas virales no estructurales.
Transmisión de la peste porcina
La forma más común de transmisión es por contacto directo entre cerdos sanos y aquellos infectados con el virus de la peste porcina. El virus se excreta en la saliva, secreciones nasales, orina y heces. La enfermedad se puede propagar por contacto con vehículos, corrales, alimentos o ropas contaminadas.
Los animales que son portadores crónicos de la enfermedad (infección persistente) no presentan necesariamente signos clínicos de la enfermedad, pero pueden excretar el virus en las heces.
La descendencia de las cerdas infectadas puede adquirir la infección en el útero y excretar el virus durante meses.
El virus de la peste porcina puede sobrevivir durante meses en el cerdo y en los productos elaborados a base de cerdo si la carne se almacena refrigerada y durante años si la carne está congelada. Los cerdos pueden ser infectados por consumo de carne o productos porcinos infectados.
Se tiene la preocupación en los Estados Unidos en que la población de jabalíes puede desempeñar un papel en la epidemiología de la enfermedad. La enfermedad se ha propagado mediante el transporte legal e ilegal de animales y por la alimentación de los cerdos con aguas grasas que contienen tejidos infectados.
Este virus no afecta al hombre por lo que no afecta la salud humana Los cerdos son la única especie sensible conocida La enfermedad tiene formas agudas y crónicas y puede ser grave, con una alta mortalidad, o leve, incluso inaparente. En la forma aguda de la enfermedad, en todos los grupos de edad, hay fiebre, acurrucamiento, pérdida de apetito, apatía, debilidad, conjuntivitis, estreñimiento seguido de diarrea, y andadura irregular.
Varios días después del inicio de los signos clínicos, las orejas, el abdomen y la cara interna de las extremidades pueden presentan una decoloración púrpura.
Los animales con la enfermedad aguda mueren en un plazo de 1-2 semanas. Casos graves de la enfermedad son muy similares a los de la peste porcina africana.
Con cepas de baja virulencia, la única expresión puede ser una disminución de la tasa de reproducción y el nacimiento de lechones con defectos neurológicos, tales como el temblor congénito. Dado que los signos clínicos no son exclusivos de la peste porcina clásica y varían mucho, es necesario efectuar las pruebas de laboratorio para detectar los anticuerpos o el propio virus.
La peste porcina clásica es una enfermedad inscrita en la lista de la OIE y es de declaración obligatoria. Actualmente no hay tratamiento. En las áreas donde la enfermedad es endémica, la vacunación pude prevenir la propagación de la enfermedad.
La producción de las vacunas utilizadas debe seguir las normas correspondientes de la OIE. En la medida en que la enfermedad esté bajo control, se puede eliminar la vacunación, pero se tendrá que mantendrá una vigilancia continua tanto activa como pasiva.
Consecuencias económicas que causa la peste porcina clásica
La peste porcina clásica es una enfermedad que frena la producción animal y el comercio internacional. El Continente Americano es el tercer productor mundial de cerdos. En cuanto a su impacto, algunos autores señalan que la PPC causa pérdidas directas e indirectas. Las pérdidas directas están asociadas a la morbilidad, mortalidad, tratamientos, costos veterinarios; mientras que las indirectas se relacionan con cierre de mercados, zonificación, entre otros.
La consecuencia directa de la aparición de brotes de la enfermedad para países libres que exportan productos de origen porcino es la imposición de barreras sanitarias por parte de países compradores que eliminan o limitan la comercialización de productos porcinos hasta tanto la región o el país afectado recuperen el estado sanitario previo a la detección del brote de la enfermedad. Por lo tanto para los países libres de PPC la detección, control, y eliminación de brotes en forma rápida y eficaz representan un desafío para el sector productivo y los servicios veterinarios públicos y privados.
Los países que forman parte de las Américas y el Caribe tienen pérdidas anuales en millones de dólares como consecuencia de las ocurrencias de brotes de la PPC, por cerdos muertos, pérdida de peso y recuperación. Esta situación contribuye al deterioro de la situación socio económica y por ende a la calidad de vida de los productores de esos países, en especial la alcancía (cerdo de patio), de las familias más pobres, que representan a millones de habitantes en el área rural de los países endémicos.
Dada la ausencia de mecanismos de indemnización en las estrategias de control y erradicación en algunos países dificultando la lucha contra la enfermedad y no permitiendo tener una idea clara de las pérdidas económicas que produce esta enfermedad a nivel mundial.
Países miembros de la OIE libres de peste porcina clásica
De acuerdo con la Resolución N°24 de la 83a Sesión general mayo 2015, los países miembros reconocidos libres de peste porcina clásica de acuerdo con las disposiciones del Código Terrestre de la OIE son:
Australia
Austria
Bélgica
Canadá
Chile
Eslovaquia
Eslovenia
España
Estados Unidos
Finlandia
Francia
Holanda
Hungría
Irlanda
Japón
Liechtenstein
Luxemburgo
México
Noruega
Portugal
Reino Unido
Suecia
Suiza
Brasil es un país miembro con una zona libre de peste porcina clásica, de acuerdo con las disposiciones del Código Terrestre de la OIE son:
Una zona compuesta por los Estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, Paraná, São Paulo, Minas Gerais, Mato Groso do Sul, entre otros, tal y como las designó el Delegado de Brasil en un documento remitido al Director General en septiembre de 2014.
Reconocimiento de estatus sanitario de la OIE
De acuerdo con el procedimiento de la OIE para el reconocimiento oficial del estatus sanitario, esta publicará la Lista de los Países Miembros que la Organización ha reconocido oficialmente libres de peste porcina clásica a través de una resolución adoptada por la Asamblea mundial de Delegados (Asamblea) de la OIE, en la Sesión General que cada año se realiza en el mes de mayo.
El País Miembro que desee ser reconocido oficialmente libre de la enfermedad por la OIE deberá presentar el cuestionario del Código Sanitario para los Animales Terrestres (Código Terrestre) y satisfacer todos los requisitos especificados en dicho Código en materia de peste porcina clásica.
En nombre de la Asamblea, la Comisión científica para las enfermedades animales de la OIE es responsable de evaluar si las solicitudes de los Países Miembros son conformes con las normas establecidas por la Organización. La evaluación llevada a cabo por la Comisión Científica se basa en las recomendaciones formuladas por el Grupo ad hoc conformado por especialistas mundiales en el control de la enfermedad.
En caso de brote de la enfermedad, o si la Comisión Científica determina que las condiciones ya no cumplen los requisitos del Código Terrestre, se puede suspender el estatus sanitario. No obstante, un País Miembro puede, si la Comisión Científica así lo decide, recuperar su estatus sanitario si presenta una solicitud que cumpla con todos los requisitos para la recuperación del estatus sanitario oficial, consignados en los capítulos correspondientes.
Tras una consulta con la Comisión Científica, el Director general de la OIE comunica las suspensiones y restituciones del estatus sanitario cuya lista se actualiza hasta que la Asamblea adopte una nueva resolución en el mes de mayo todos los años.
Los Países Miembros que tienen el estatus sanitario libre de enfermedad oficialmente reconocido por la OIE deben presentar cada año un formulario de reconfirmación a finales del mes de noviembre.
Las normas de la OIE para la vigilancia han ayudado a erradicar la peste porcina clásica de Norteamérica y gran parte de Europa Occidental.
(Fotos cortesía de Reconociendo la Peste Porcina Clásica. Manual ilustrado-FAO 2003)
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