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Carne de cerdo, retos y oportunidades en la exportación (I y ll)
24 April 2018Margarita Lobato, Yohaly Berlyn González Y Teresa García. De acuerdo con cifras preliminares del SIAP a diciembre del 2017, la Producción Nacional de carne de cerdo alcanzó 1 millón 439,933 toneladas anuales, cantidad 4.6% mayor al observado en el 2016, con un valor estimado de 56,893 millones de pesos.
Del total de la carne de cerdo en canal que se produce en México, 80% se concentra en siete estados, encabezando la lista Jalisco (306,000 Ton), seguido de Sonora (254,000 Ton) y Puebla (165,000 Ton); el estado de Michoacán se ubica en el séptimo lugar con 44,000 Ton, informa El Economista.
Desde el punto de vista de infraestructura, México cuenta a nivel nacional con 1,143 centros de sacrificio pecuario, de los cuales 118 son rastros Tipo Inspección Federal (TIF) (49 porcinos), 145 rastros privados y 880 rastros municipales, entre los principales estados con mayor número de rastros pecuarios están Jalisco con 121 rastros, Michoacán con 110 y Veracruz con 53.
A diciembre del 2016, México registró una piara de más de 16.7 millones de cabezas, concentrándose 80% en 10 estados, el primer lugar lo ocupa Jalisco con 3.0 millones, el segundo lugar Puebla con 1.8 millones y Sonora con 1.7 millones; Michoacán ocupa el séptimo lugar con 0.8 millones de cabezas de cerdo.
El mercado de la carne de cerdo en su mayoría es nacional, se oferta desde carne caliente y subproductos de cerdo (mercados locales y regionales), hasta cortes con valor agregado y embutidos (tiendas de autoservicio e industria restaurantera); sin embargo, el mercado internacional demanda cortes específicos con alto valor comercial.
Según datos de Sagarpa, en el 2017 las plantas TIF autorizadas (siete de las 49 a nivel nacional) exportaron 16,310 toneladas de carne fresca y productos derivados de cerdo, como manteca, chicharrón, embutidos y alimentos preparados hacia Estados Unidos, una oportunidad más para el porcicultor mediano que cumple los requerimientos sanitarios que exige la exportación.
El 16 de enero del 2018 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos publicó mediante su Federal Register que México está libre de fiebre porcina clásica, permitiendo con ello que las 49 plantas TIF de México puedan exportar carne de cerdo al mercado estadounidense.
En la siguiente publicación se abordarán los principales retos a los que se enfrenta el porcicultor mexicano para colocar su producto en el extranjero y las oportunidades que conlleva este proceso.
Carne de cerdo, retos y oportunidades en la exportación (II)
En esta ocasión abordaremos aspectos de la situación actual de las granjas porcinas, desde un enfoque de valor agregado para la comercialización en el extranjero, así como los retos y oportunidades que conlleva la exportación
Entre las certificaciones de calidad e inocuidad más importantes con los que deben contar los diferentes eslabones de la cadena productiva de cerdo están:
Procedimientos Operativos Estándares de Sanitización, México Calidad Suprema, sistema Hazard Analysis Critical Control Point, Buenas Prácticas de Manufactura, certificaciones expedidas por diferentes estancias gubernamentales, tales como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y el Ministerio de Agricultura Forestal y Pesquero Japonés.
Entre los principales retos a los que se enfrenta la actividad Porcícola en México para comercializar su producto en el extranjero es la falta de productividad por una genética de calidad media a baja, la falta de inocuidad en el proceso de producción y la integración de éstos a las cadenas de valor ya establecidas.
Derivado de lo anterior, es necesario trabajar en el remplazo del pie de cría actual por vientres de excelente calidad genética que les permita incrementar la productividad en cada parto con un mayor número de lechones vivos, disminuir la mortalidad en la lactancia, incrementar la resistencia de éstos a enfermedades y la susceptibilidad de mejores razas a engordar, lo anterior debe vincularse con un control adecuado de alimentación, registro de indicadores y parámetros productivos.
La inocuidad en su proceso de producción se puede alcanzar con la modernización de sus instalaciones que incluyan sistemas para el control de temperatura y humedad, con el que se reduce la incidencia de enfermedades y los costos por concepto de medicinas, la capacitación permanente a su personal, el uso de sistemas computarizados y automatizados para el manejo de las instalaciones, el tratamiento de excretas, la utilización de alimentos cada vez más especializados y fáciles de metabolizar para favorecer la conversión alimenticia del cerdo, así como el acato a las indicaciones y exigencias que piden las instituciones certificadoras.
Es necesario que los porcicultores que cumplan con los estándares de calidad y trazabilidad requerida se integren a las cadenas de valor actuales para el sacrificio, corte, empaque y comercialización de su producto en el extranjero. Sin duda, se debe fortalecer la administración de riesgos por la volatilidad de precios mediante la participación en programas y esquemas de coberturas de precios.
La exportación de la carne de cerdo es una oportunidad que conlleva a una mejor retribución en los ingresos por el valor agregado que genera la certificación de las granjas, la calidad del producto y la presentación del mismo; es importante conocer oportunamente el mercado al que va dirigido el producto para adecuar el mismo a las exigencias comerciales que nos demandan.
*Margarita Lobato López, Yohaly Berlyn González Castro y Teresa García Ybarra son agente y promotoras de FIRA en La Piedad, Michoacán, respectivamente. [email protected]; [email protected] y [email protected]. La opinión aquí expresada es de las autoras y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.