América del Norte se compromete con la producción porcina responsable
Durante una reunión celebrada en Whistler, (Columbia Británica, Canadá) porcicultores de toda la región de América del Norte confirmaron la prioridad común que sus industrias nacionales comparten con respecto a la producción de productos de cerdo nutritivos, sostenibles y asequibles.
Representantes del Consejo Canadiense de Porcino (del inglés, CPC), del Consejo Nacional de Productores de Cerdo de Estados Unidos (del inglés, NPPC) y de la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM) asistieron a la reunión.
Durante las deliberaciones, los líderes reconocieron que además de las eficiencias de producción y la sostenibilidad ambiental, los porcicultores comparten la expectativa de que los cerdos se críen de acuerdo con prácticas que tengan en cuenta el bienestar de los animales, preocupación que interesa al conjunto de la sociedad.
El presidente de la CPM, José Luis Caram, afirmó que "los porcicultores están profundamente comprometidos a tratar humana y respetuosamente a todos los cerdos a su cuidado".
Añadió que "además de la sensibilidad hacia sus animales, los porcicultores buscan asesoramiento en científicos especialistas en el comportamiento de los animales o en veterinarios que les des pautas sobre alojamiento y nutrición, que se reflejan en los códigos de conducta y las prácticas recomendadas en la industria".
Rick Bergmann, presidente del CPC, declaró que había sido gratificante ver cómo los productores de cerdo de los tres países reconocían tener un rol fundamental en el suministro de alimentos medioambientalmente sostenibles, inocuos y baratos.
John Weber, presidente de NPPC, señaló que los porcicultores eran innovadores, y que empleaban mejoras genéticas demostradas, además de servirse de los estudios de nutricionistas veterinarios y adoptar tecnologías de producción, que al combinarlas, han permitido lograr avances excepcionales en la habilidad de esta industria para producir alimentos de alta calidad de manera sostenible.
Weber añadió que desde 1959, la producción de cerdos ha logrado una reducción del 35 por ciento en la huella de carbono, del 41 por ciento en el uso de agua y un 78 por ciento en la cantidad de terreno necesario para producir una libra de carne de cerdo, según un estudio realizado en Iowa en 2012.
Otra preocupación que comparten los productores con la sociedad es el uso prudente de los antimicrobianos en la industria, dado que la resistencia a los antibióticos afecta tanto a la salud animal como humana.
En la reunión, los representantes señalaron que la industria porcina continúa promoviendo un manejo eficiente, una buena nutrición y un buen alojamiento como primeras líneas de acción para mantener y proteger la salud de los animales, y reconoce que los productos de sanidad animal nunca pueden sustituir las buenas prácticas de crianza de los animales.
Sin embargo, también consideran que ganaderos y veterinarios deben seguir teniendo la capacidad de prevenir enfermedades y tratar a los cerdos enfermos con las medicaciones aprobadas para el uso veterinario, por el propio bienestar de los cerdos.
Reuniones como la celebrada en Whistler ponen de manifiesto el compromiso de la industria porcina con la producción responsable de proteína animal para no solamente para cubrir la demanda por carne de cerdo de la población sino también para hacerlo a través de una producción sostenible y que tenga en cuenta la salud y el bienestar animal.
¿Todavía no conoce la Biblioteca de El Sitio Porcino? Acceda a contenidos técnicos sobre la producción y la sanidad porcina a través de esta sección.
|