TTIP no se muestra favorable para el sector porcino español
Desde hace tiempo ya, se está negociando la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, del inglés), acuerdo comercial que podría tener un gran impacto en la agricultura, la ganadería y la producción de alimentos en la Unión Europea.
Prácticamente desde el comienzo de las negociaciones, la incertidumbre y el temor por las consecuencias de este acuerdo se han manifestado desde los sectores ganaderos y agrícolas en España.
Destaca el hecho de que, si se llega a concretar el acuerdo, tanto Estados Unidos como la Unión Europea mantendrán sus respectivos modelos regulatorios en la producción ganadera, a priori muy distintos, lo que impone altísimos costes legislativos para los productores comunitarios.
En un comunicado de finales de 2015, emitido por varias asociaciones ganaderas españolas entre las que se incluía la Asociación de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), se señalaba que el modelo norteamericano permite la producción de alimentos de origen animal con ayuda de antibióticos promotores de crecimiento, hormonas, harinas de carne, aditivos y OMG no autorizados en la UE. Según las asociaciones españolas, estas prácticas, además de hacer de Estados Unidos un país muy competitivo en producción ganadera a nivel mundial, amenazan la sostenibilidad de los sectores comunitarios sensibles en un área de libre comercio. Además, se indicaba que los sectores españoles afectados por este acuerdo suponen un 35 % de la producción final agraria.
Por otro lado, en marzo de 2015 estas mismas asociaciones habían enviado a los responsables de las administraciones nacionales y comunitarias un estudio titulado “Impacto sobre el sector ganadero español y comunitario del acuerdo TTIP”.
Según este estudio, en lo que respecta al sector porcino, los costes derivados de la normativa comunitaria ascienden a 13,1 €/100 kg y los variables a 70 €/100 kg. La diferencia de costes entre la carne producida en la UE y en EUA es de 33,9 €/100 kg.
Este estudio señalaba entonces que se podría estimar que el 10 % de la producción de porcino de la UE desaparecerá en los diez primeros años tras la firma del acuerdo.
Además, el estudio destacaba que no se trata solamente de un problema tarifario, sino también de diferenciación de producto. Determinados cortes, como por ejemplo el jamón en sangre con un cierto engrasamiento, tienen un precio en EUA muy inferior al de la Unión Europea, lo que les permite ser muy competitivos en el mercado.
Por otro lado, este estudio también señalaba de cerrarse el acuerdo con las condiciones que se están barajando, se perderían 627 millones de euros en el sector porcino español.
Más recientemente, el director de la Asociación de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera, también señalaba en entrevista para Efeagro, que en su opinión este acuerdo perjudicaría al sector porcino comunitario y que "era inaceptable que se liberalicen las transacciones comerciales de porcino entre UE y EEUU porque es mucho más barato producir en el país norteamericano, lo que hace menos competitivos a los ganaderos de la UE".
El sector porcino español ya solicitó en 2015 que se le excluyera de las negociaciones del TTIP, al igual que otros sectores ganaderos sensibles, por la amenaza que supone el acuerdo para la sostenibilidad de estos sectores. Sin embargo, no ha sido así y las negociaciones han seguido su curso sin dejar fuera ni al sector porcino ni a otros sectores ganaderos sensibles.
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