Mucho entusiasmo por la medalla de bronce

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Mucho entusiasmo por la medalla de bronce

27 February 2014

ANÁLISIS - Las dos últimas semanas el mundo ha estado pendiente de las Olimpiadas de Invierno en Sochi, Rusia. El objetivo de estos eventos deportivos es ganar la medalla de oro y establecer que uno es el o la mejor atleta del mundo en dicho deporte. Escribe Chris Wright, editor principal de El Sitio Porcino.

Lo sorprendente de estas olimpiadas fue el enorme entusiasmo que mostraron los atletas que llegaron en tercer lugar, ganando la medalla de bronce.

Estos atletas, al tomar el tercer lugar festejaron tanto, o aún más, que los ganadores de la medalla de oro. Eso fue muy agradable de ver. También se observó muchas veces con los ganadores de la medalla de plata.

Realmente todo tiene que ver con las expectativas de los atletas o equipos. En todos estos deportes invernales, deportes que la mayoría de nosotros solo le hacemos caso una vez cada cuatro años, ya existe el “ranking” de cual atleta o equipo es el mejor. Según lo que se sabe sobre cada uno de estos eventos, los analistas deportivos, y los atletas mismos, ya tenían una idea sobre quién iba a ganar.

Cuando ganaba el o la atleta que esperaba ganar, todo estaba bien con todo el mundo. Al contrario, cuando no ganaba la persona esperada, esa persona mostraba decepción. Si es que ganaban medalla de plata o bronce a veces todavía estaban emocionados. Pero a veces no.

Aparentemente los atletas que tomaron la medalla de bronce, o no esperaban ser uno de los tres mejores del mundo o sí lo esperaban y estaban satisfechos con su actuación. De cualquier forma, mostraron su entusiasmo en gran medida.

Claramente los atletas que llegan a las olimpiadas quieren ganar la medalla de oro. Eso es como debe de ser: se está compitiendo para ganar. Todo el esfuerzo debe ser para ganar. Pero si no se gana, por lo menos de lo que se vio en Sochi, todavía quedaba mucha satisfacción con el esfuerzo y la recompensa.

Esto muestra una actitud muy positiva y además va en contra de unas tendencias que se notan en todo el mundo, y no solo en los deportes:

- si uno no es el ganador, es el perdedor.
- solo hay espacio en la cima para el vencedor, los demás son perdedores.
- la historia nunca recuerda al que quedó en segundo lugar.

Desafortunadamente, la tendencia de tener que ganar en todo, cueste lo que cueste, ha creado muchos problemas y no solo en el mundo de los deportes.

Estas olimpiadas mostraron que el segundo y tercer lugar sí importan y las medallas de plata y bronce fueron el reconocimiento por las miles de horas de entrenamiento y esfuerzo necesarias para llegar a este nivel de atletismo.

El hecho que los atletas que no ganaron la medalla de oro apreciaran sus medallas de bronce tanto, es muy alentador.