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Granjas porcinas brasileñas dan grandes pasos en bienestar animal
19 January 2015BRASIL - La porcicultura brasileña, incluso sin las exigencias legales y todavía poca presión del mercado, posee buenos ejemplos de bienestar animal en cuanto al uso de jaulas de gestación colectivas para las marranas. Pequeños y medianos productores, así como grandes integradores, ya utilizan el sistema o se han comprometido a adoptarlo con plazos límite.
Según indica la Asociación Brasileña de Criadores de Cerdos (del portugués, ABCS), la gran mayoría de la producción porcina nacional trabaja con jaulas de gestación, que son criticadas por organizaciones de defensa de derechos de los animales (como WAP, del inglés "Protección Animal Mundial") y consumidores sensibles con el tema del bienestar animal.
Sin embargo, la tendencia del mercado interior, y sobre todo el exterior, es un obstáculo para las jaulas de gestación a medio y largo plazo. El bloque europeo, por ejemplo, puede valerse de este requisito para imponer barreras técnicas a la carne de cerdo de Brasil en los momentos de mayor oferta o mayores costos de producción en el continente. Esta situación posiblemente se puede repetir en otros mercados como Japón, China o Rusia.
En el mercado nacional, las grandes cadena de restaurantes, supermercados y procesadores siguen el mismo camino. Un ejemplo es McDonald's que dejara de comprar a los proveedores de carne de cerdo en América Latina, entre ellos Brasil y México, que no se adapten a las jaulas de gestación colectivas hasta finales de 2016.
Esta es la razón por la que BRF se comprometió, a finales de 2014, a adaptar la totalidad de su producción al modelo de jaulas de gestación colectivas en 12 años. El gigante brasileño siguió el ejemplo de otros actores globales, y con una cabaña de más de 400.000 madres (alrededor del 25% de todas las madres tecnificadas en el país), será un importante motor para la producción nacional.
Los pequeños y medianos productores de diferentes partes de Brasil, también dieron un paso adelante y ya se han unido a esta iniciativa. ABCS identificó buenos ejemplos de adaptación al sistema en Santa Catarina, Minas Gerais y el Distrito Federal.
En Santa Catarina, Granja Previ tiene, desde hace un año, 750 madres con este modelo de producción y ya ha comenzado las obras para ampliar a 1.200. De acuerdo con el gerente de la unidad, que se integra en BRF, Sydney Vilani, se observaron resultados positivos en cuanto a la tranquilidad de los animales, mejores condiciones de parto, docilidad y número de nacidos vivos.
Otro buen ejemplo es el de Minas Gerais. Las granjas Santa Cruz y Bom Retiro, pertenecientes a DB Agropecuária, tienen un total de 4.100 madres en el sistema de jaulas de gestación colectiva. El primero en utilizar el modelo fue la Granja Santa Cruz, con 2.300 madres, en 2013, a partir de ejemplos de granjas en Dinamarca, España y Alemania, que también utilizan máquinas de alimentación electrónica.
En el Distrito Federal, la granja Miunça también fue pionera en adoptar el sistema en Brasil en 2010, con cerca de 1.250 vientres. Más de cuatro años después, son 2.500 y un proyecto en curso para ampliar la sede a 4.500 en jaulas de gestación colectivas con alimentación de control electrónico.
"La implementación fue muy tranquilo. En primer lugar porque yo había estaba pensando en gestación colectiva durante años y no se había adoptado porque no había forma económica de individualizar la alimentación. Después visité granjas en Europa y encontré la solución. Adapté conceptos europeos adaptados al clima de Brasil y el resultado fue muy positivo", explica el dueño Rubens Valentini.
Según él, ningún índice de producción en el sistema de gestión colectivo es menor que en las jaulas de gestación y algunos son favorables como, por ejemplo, el número de animales por empleado, el peso al nacer y la longevidad de las cerdas.
En la valoración del mercado, los representantes de las granjas Miunça, Santa Cruz y Bom Retiro tiene dudas sobre si los compradores o consumidores estarían dispuestos a pagar más por una producción con mejores niveles de bienestar de los animales. Aún así, defienden el sistema por ventajas operativas y económicas (reducción de otros costes) o idoneidad para lo que entienden como una exigencia del mercado futuro.
La cuestión del bienestar animal, según los encuestados, debería abordar más temas en los próximos años y el siguiente debería ser las parideras. "Como ya se ha observado en algunos países europeos, habrá una exigencia por un espacio mínimo para una cerda en periodo de lactancia y sus lechones, que permita una mayor movilidad del animal durante este período", concluye Rubens.
Del equipo de redacción de ElSitioPorcino