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Rastrojo de maíz para restringir el consumo de cerdas en gestación
11 February 2014Para restringir efectivamente el consumo de las cerdas se propuso aumentar los niveles de rastrojo de maíz a más del 30%.
Presentación hecha durante el V Congreso CLANA – Colegio Latinoamericano de Nutrición Animal – que tomó lugar en Puerto Vallarta, México en octubre de 2012.
Investigación llevada a cabo por Islas RMA, Gómez RS, Braña VD y Cuarón IJA, CENID-Fisiología y Mejoramiento Animal, INIFAP, México.
Antes evaluamos (1) el patrón de consumo de cerdas en gestación, alimentadas a libertad con una dieta al 30% de rastrojo de maíz (RM). Este nivel del forraje no fue suficiente para restringir la ingesta diaria de energía, a fin de prevenir obesidad; el consumo objetivo se calculó de 3.4 kg/d y fue rebasado en los primeros 7 días, luego de iniciar la oferta de la dieta con RM.
Sin embargo, es importante destacar que la variación asociada al consumo de la ración con RM fue alta (CV = 23.5%), pero solo un 24% de la población tuvo consumos menores a 3.4 kg/d en el promedio de la gestación, sin que se afectara la productividad de las cerdas.
Para restringir efectivamente el consumo, se propuso aumentar los niveles de RM a más del 30% luego de 21días de iniciado el consumo de la dieta con 30% de RM. Sin embargo, el 76% de las cerdas alcanzaron un consumo estimado de EM durante gestación 10.05±0.116 Mcal/d (3.94 kg de alimento/d), sin repercusiones en la eficiencia productiva y reproductiva.
Este trabajo presenta los datos de digestibilidad y cinética de digestión de N, energía y fracciones de fibra a fin de explicar, independiente del consumo, la relativa inocuidad de la dieta con 30% de RM.
Material y métodos
Para este experimento se usaron 40 cerdas con un diseño de Bloques Completos al Azar (3 grupos) con arreglo de medidas repetidas en el tiempo. Los tratamientos fueron una dieta convencional de gestación (control) y otra con 30% de RM.
Los períodos en que se midió la digestibilidad fueron 3, todos por 7 días de colección: al día 56 de gestación (luego de 21días de haber iniciado con la dieta con RM), días 77 y 98 de gestación. La dieta control se ofreció a 2.5 kg/d en 2 comidas, mientras que la dieta con RM, también se ofreció 2 pero a saciedad, con aumentos en la oferta diaria que nunca fueron mayores a 500 g/d; para asegurar el régimen de consumo y su medición, al tiempo de evitar desperdicios, se cuidó de que los remanentes en el comedero fueran siempre alrededor del 10% de la oferta.
La tasa de tránsito de la ingesta se midió en los mismos intervalos que para la digestibilidad. Los resultados se sometieron a Análisis de Varianza (GLM, SAS) y las mediciones repetidas en el tiempo con los procedimientos MIXED de SAS.
Resultados
Independientemente del periodo (Cuadro 1), la digestibilidad de la dieta control fue mayor que con RM (P<0.017), pero con la digestibilidad fecal del N, de la FDA y la tasa de transito de la ingesta (TP), las dietas interactuaron con el periodo de gestación (P<0.036).
Las respuestas en digestibilidad del N y de la FDN, bien se explican por el cambio en la TP, que fue más alta en el segundo tercio de la gestación de las cerdas control (Y = 46.97 + 22.16X – 5.62X2), en cambio, la presencia de RM en la dieta provocó un tendencia lineal negativa (Y = 56.313 - 2.14X).
Cuadro 1. Digestibilidad, % | ||||
---|---|---|---|---|
Control | RM | EEM | P< | |
Materia seca | 83.19 | 60.15 | 0.851 | 0.015 |
Energía | 82.74 | 62.26 | 0.865 | 0.017 |
FDN | 60.44 | 36.97 | 1.917 | 0.014 |
Conclusión
La menor digestibilidad con la dieta RM es inherente al cambio inducido por el ingrediente, pero se puede agravar por la menor TP. Sin embargo, este efecto solo sucede sobre los sustratos de la digestión fermentativa y no con el resto de los ingredientes en la dieta.
Por lo tanto, el RM es un recurso efectivo para regular la ingesta de energía de las cerdas en gestación, sin que se altere el aprovechamiento del resto de la dieta.
Los efectos de forraje (RM) al nivel de inclusión usado para limitar el consumo son por efecto del volumnen, pero el impacto en TP reduce adicionalmente la digestibilidad de energía, con lo que se cumple el objetivo de restricción energética.
Referencia
1 Islas MA et al., 2011. XV Congreso Bienial AMENA, 47-48 pp.
Febrero 2014