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Importancia del uso de energía neta en la porcicultura
31 January 2023La energía neta de un alimento mide su capacidad para satisfacer las necesidades energéticas de mantenimiento, crecimiento y producción.
Por Dr. Gerardo Mariscal Landín, Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal (INIFAP), Querétaro, México. Presentado durante el Congreso Latinoamericano de Nutrición Animal (CLANA), octubre 2022.
La porcicultura es una industria de transformación que como toda empresa requiere optimizar sus procesos. Al ser la alimentación el rubro que más la impacta, y que llega a representar alrededor del 70% de los costos de producción y siendo la energía el nutriente más caro, es entendible el por qué se buscó y se sigue buscando la optimización del uso de los alimentos por parte del cerdo.
Cómo resultado de esta búsqueda en la optimización del uso de los alimentos, a finales del siglo pasado se desarrolló el concepto de energía neta, existiendo diferentes propuestas para su implementación: El sistema francés, desarrollado en el INRA por el Dr. Noblet a partir del uso de la calorimetría indirecta; y los sistemas holandés y danés. De los tres métodos el más difundido a nivel global es el sistema francés.
La energía es sobre todo un concepto, no un nutriente, ya que toda molécula orgánica al ser oxidada completamente libera energía. En el caso de los alimentos, estos contienen energía química en los enlaces de sus componentes (proteína, grasa y carbohidratos), compuestos que al ser catabolizados por el animal liberan su energía en forma de calor y de ATP (trifosfato de adenosina), la cual es la molécula metabólicamente activa en el organismo para la disposición de la energía.
Los sistemas de energía expresan la disponibilidad o valor de la energía dietética en relación a los requerimientos energéticos del animal. En el caso de la energía neta de un alimento, ésta mide su capacidad para satisfacer las necesidades energéticas de mantenimiento (energía disipada por las funciones vitales), de crecimiento (aumento de peso por deposición de tejido magro o grasa) y/o producción (lechón y leche) en el caso de la cerda.
Su importancia radica en que permite ranquear los alimentos en función de una estimación más precisa de la cantidad de energía que es realmente disponible para el cerdo, garantizando un rendimiento equivalente aún con la inclusión en la dieta de diversas materias primas, permitiendo así el uso de una gama más amplia de materias primas en la alimentación del cerdo.
A pesar del tiempo en que fue propuesto y la amplia difusión del método de energía neta, aún es un sistema que no ha sido del todo implementado por la industria, lo cual es debido principalmente a algunos aspectos que se deben de resolver.
Conocimiento de la situación particular de producción
Este problema se refiere a un conocimiento lo más exacto posible en primer lugar del
comportamiento alimenticio de la piara en cuestión. Esto es porque existen diversos factores que modulan el consumo voluntario de alimento, dentro de los que destaca la termorregulación, fenómeno importante sobre todo en la porcicultura que utiliza los edificios de frente abierto en los cuales los animales están más expuestos a las variaciones climáticas que aquellos que se encuentran en edificios cerrados con control de temperatura como es el caso de otros países.
Lo anterior puede demandar una mayor energía para el mantenimiento disminuyendo así la energía destinada a la producción. En segundo lugar, la manera en que se expresa el potencial productivo de los animales, es decir cómo es su crecimiento o producción (lechones y/o leche), ya que la correcta expresión de estas características depende del aporte de nutrientes que se esté proporcionando a los animales. Siendo la interacción de estos dos factores lo que determinará la eficiencia del uso por parte del animal de la energía consumida.
Con la información necesaria de cada situación de producción en particular actualmente existen dos modelos de predicción de requerimientos nutricionales que pueden ser utilizados, el modelo INRAPorc (2008) desarrollado en Francia y el modelo americano del NRC (2012). Los dos modelos permiten la optimización del alimento por parte de los cerdos en crecimiento y las hembras reproductoras.
Conocimiento de los ingredientes utilizados en las dietas
El aporte adecuado de nutrientes a través de la dieta depende de un buen conocimiento de las materias primas utilizadas. Sobre todo, de los macro ingredientes como los cereales y pastas de oleaginosas, ya que son los que aportan la mayor proporción de nutrientes a las dietas (energía y proteína). Esto es debido a que en el caso de los cereales (principal fuente de energía de la dieta) su composición es variable y se debe principalmente a factores genéticos y a diferentes condiciones agronómicas, climáticas, de cosecha y de almacenamiento.
En el caso de las fuentes de proteína como las pastas y/o coproductos, además de los factores mencionados previamente, el procesamiento es una fuente adicional de variación.
La caracterización precisa del alimento es de suma importancia para optimizar el rendimiento y minimizar el impacto ambiental. Por lo que se debe de contar con un método rápido y eficaz de predicción de la composición química que permita a su vez predecir adecuadamente su valor nutritivo.
Actualmente se cuenta con la capacidad de predecir de una manera inmediata y con una certeza aceptable la composición química de las materias primas, este método es la Espectroscopía en el Cercano Infrarrojo (NIRS por sus siglas en inglés), la popularización de esta metodología permitiría adecuar las matrices de formulación a utilizar, por lo que la precisión de la fórmula se incrementaría, lo que redundaría en un aporte de nutrientes más exacto mejorando la eficiencia productiva.
Criterios de formulación adecuados
La formulación moderna de alimentos se basa en dos conceptos desarrollados en la segunda mitad del siglo pasado. El primero es el de “proteína ideal” que es el perfil de aminoácidos en el que todos los aminoácidos esenciales son co-limitantes.
Este perfil toma como base al primer aminoácido limitante que en los cerdos es lisina y a partir de él estima las necesidades de los otros aminoácidos esenciales. El perfil de aminoácidos empleado es en base digestible (digestibilidad ileal estandarizada), que es la cantidad que utilizará el animal en su metabolismo.
El segundo es el uso en la formulación de raciones del contenido de energía neta de las materias primas, lo que permite optimizar el uso de los nutrientes por parte del animal al disminuir el uso de la proteína dietética como fuente de energía; el desarrollo de este concepto fue realizado por Noblet y su equipo del INRA en 1994.
Al formular las raciones se debe de cuidar la relación de lisina: energía neta (g de lisina: kcal de energía neta), ya que de no hacerlo se puede incurrir en un mayor consumo de energía, pero con una disminución en el consumo de lisina lo que afectaría la eficiencia productiva.
Finalmente, el uso de estas herramientas en la formulación de raciones contribuirá a también a mitigar el impacto climático de la porcicultura sin afectar los aspectos productivos al disminuir la excreción de nitrógeno que es el principal contaminante de la excreta porcina, a partir del cual se forman los nitratos que contaminan los suelos y cuerpos de agua, y el óxido nitroso, principal gas de efecto invernadero asociado a la porcicultura.