Sector porcino estancado por falta de apoyo del Gobierno

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Sector porcino estancado por falta de apoyo del Gobierno

23 March 2016

EL SALVADOR - Pese a que el sector porcicultor de El Salvador ha puesto todo su empeño en mejorar las técnicas de producción en los últimos años, las condiciones que les toca enfrentar en el país no son las más favorables para lograr un óptimo desempeño.

Así lo expresó el presidente de la Asociación Salvadoreña de Porcicultores (Asporc), Roberto Jovel, según indica el diario ElSalvador.com.

Los productores de carne de cerdo enfrentan una serie de problemas que no les han permitido mejorar en todos los aspectos que necesitan para hacer crecer la industria.

Uno de ellos es la falta de atención por parte del Gobierno para entender que el rubro necesita urgentemente la creación de un rastro tecnificado.

Según lo explicó el representante de Asporc, ya llevan alrededor de 10 años esperando diferentes procesos para poder construir uno, pero hasta la fecha nada ha dado resultado.

La construcción de un rastro tecnificado fue uno de los compromisos que el Gobierno asumió con los porcicultores, a raíz de la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos en el 2001.

Sin embargo, desde hace diez años los productores han venido albergando esperanzas que no logran llegar a un feliz término.

En 2009, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la Corporación Salvadoreña de Inversiones (Corsain) y la Asociación de Porcicultores de El Salvador (Asporc) firmaron un convenio en el que se comprometieron a invertir en la construcción y equipamiento del proyecto.

En 2014 se afirmó que ya se estaban ultimando detalles para la creación de éste; pero ha pasado más de un año y medio y los productores de carne de cerdo siguen a la espera.

El problema que agobia al rubro es que la falta de un rastro tecnificado les resta competitividad. El Salvador produce carne de excelente calidad en las granjas tecnificadas, pero la misma se desvaloriza debido a que no se puede innovar con nuevos productos para el mercado local, ni mucho menos se puede optar por venderla al mercado internacional.

“Hoy en día solo hay dos rastros en el país que no cumplen con los requisitos para exportar ni a los países vecinos; estamos presionando para que nos liberen este proyecto y hacer nuestro propio rastro ya sin tanto esperar”, dijo Jovel.

Según lo explicó, la industria no puede salir adelante con los dos rastros que se tienen, ya que uno es municipal y no ha logrado tecnificarse, y el otro es privado, y aunque tiene las condiciones, no tiene la capacidad.

La preocupación del sector ha llegado a tal extremo que le han pedido al Gobierno que les permita crear el rastro por su cuenta.

“Recientemente logramos tener una reunión y pues les hicimos ver que ya no podemos seguir así, ya estamos con el agua en el cuello, esperamos que finalmente se pueda construir el rastro. No estamos pidiendo dinero al Gobierno, solo que se nos de la posibilidad de hacerlo”, dijo Jovel.

Para los porcicultores la implementación de un rastro tecnificado es la oportunidad de culminar sus esfuerzos y asegurar la producción de carne de primera calidad.

La falta de un rastro tecnificado para mejorar los procesos de producción de carne de cerdo, hace que el país permanezca estancado a nivel centroamericano.

Mientras los demás países en la zona pueden exportar sus productos cárnicos, El Salvador solo puede seguir la relación comercial de importación.

“Nosotros creemos que es posible competir en calidad de carnes, tenemos genéticas altamente competitivas en el mercado, el sector no se ha quedado de brazos cruzados, estamos metiendo más tecnología, metiendo más líneas genéticas para ser un sector más sostenible, mas competitivo; pero la creación de un rastro sigue siendo el punto crítico para nosotros”, lamentó el representantes de los porcicultores.

La idea de los productores es que puedan disponer de una instalación que cumpla con las especificaciones de la industria porcina internacional y que pueda certificarse en varios países para poder incursionar en otros mercados.

Por el momento, lo que han logrado es mejorar los procesos para entrar en supermercados y ampliar sus ventas.

Los porcicultores ven una gran oportunidad en el mercado internacional dado que el consumo de carne de cerdo ha mejorado significativamente los últimos años.

Por ejemplo, Costa Rica mantiene un consumo per cápita de más de 13 kilos, lo que ha supuesto un aumento considerable de demanda en ese país que en 2011 mantenía un consumo de 10.1 kilos.

En el caso salvadoreño de 2011 a 2015 se duplicó la cifra (creció más de 133 %) llegando a 3.8 kilos; en Honduras, en 2015 se consumían más de 4 kilos per cápita; en Guatemala ha llegado a 7 kilos y en Nicaragua son más de 2 kilos per cápita.

Este incremento en la demanda podría ser la oportunidad de la industria, para comercializar tanto en el resto de países de la región como en Estados Unidos.

El representante de Asporc lamentó que el mayor problema sea la falta de un verdadero diálogo. Según lo indicó, el precio de la materia prima se ha mantenido estable, por lo que no es ningún inconveniente para el rubro.

Los porcicultores salvadoreños lamentan que no exista un entendimiento con el Gobierno para paliar la situación que se viene con la reducción total de aranceles en la importación de carne de cerdo.

Con este tema, la región en su totalidad podría verse afectada por la apertura del mercado en 2019. Prevén que la magnitud del impacto en los productores dependerá de cuánto se hayan preparado estos años para enfrentar la competencia internacional.