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El calor extremo provoca estrés en los cerdos ibéricos y reduce su crecimiento
20 May 2022ESPAÑA - “Los cerdos son hipersensibles a las altas temperaturas ambientales, debido a su elevada producción de calor metabólico y su rápido crecimiento. Además, la falta de glándulas sudoríparas y el aislamiento de la piel por el grosor de su grasa subcutánea hacen que este mamífero sea particularmente sensible al estrés por calor”, explica la investigadora Zaira Pardo, del Grupo de Nutrición Animal de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ).
El suplementar la dieta con betaína y zinc de cerdos ibéricos no impide los efectos negativos del estrés por calor durante su crecimiento. Este es uno de los principales resultados de un estudio publicado por EEZ del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la revista Journal of Thermal Biology. La betaína y el zinc se han usado para estimular el crecimiento de cerdos en condiciones óptimas de temperatura y algunas teorías indicaban que podrían mitigar el estrés térmico.
Esta variable ambiental amenaza la producción porcina en todo el mundo y puede ocasionar grandes pérdidas económicas. Las principales áreas de producción porcina en España sufren el fuerte clima mediterráneo en verano, cuando las temperaturas ambientales máximas varían entre 31°C y 36°C de media. “Aunque es una preocupación global, hay muy poca información sobre los efectos de este estrés en razas autóctonas. Aunque este animal se considera perfectamente adaptado a su entorno, la gruesa capa de grasa podría hacer que los cerdos ibéricos sean más sensibles a las altas temperaturas”, añade Pardo, informa Interempresas.
En la investigación se asignaron animales aleatoriamente a dos ambientes (confort y estrés) y a tres dietas diferentes (control, suplementada con betaína y suplementada con zinc). La temperatura que se usó en el experimento fue de 30°C, para inducir el estrés. Esta temperatura es similar a la media de los meses más calurosos del clima mediterráneo. “La zona de confort de los cerdos oscila entre 18°C y 25°C, así que temperaturas superiores a 25°C activan respuestas termorreguladoras”, expresó la investigadora de la EEZ.
En países con climas cálidos, los programas para prevenir el estrés por calor podrían ser una herramienta útil para disminuir los problemas de crecimiento de los cerdos ante la mayor frecuencia de olas de calor debidas al cambio climático. El siguiente paso de esta investigación será determinar los efectos del estrés por calor en otras fases del ciclo productivo de esta raza y la búsqueda de nuevas estrategias para mitigarlo.
Del equipo de redacción de ElSitioPorcino