Rabobank: las claves del éxito para los procesadores de cerdo

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Rabobank: las claves del éxito para los procesadores de cerdo

07 October 2015

UNIÓN EUROPEA - De 2007 a 2014, el consumo de cerdo en la UE ha caído. Según Rabobank, en la dinámica industria porcina europea, el poder competitivo y la posición de mercado son fundamentales para el éxito.

En el informe de Rabobank "La industria porcina de la UE: la competitividad es la clave" (en inglés, The EU Pork Industry; Competitive Power Is Key), Rabobank indica que hay cinco factores clave para los procesadores de cerdo en la UE: la competitividad en costes, las fuentes, la eficiencia, el enfoque de mercado y el acceso a los clientes.

El descenso reciente en el consumo de cerdo viene motivado por dos hechos: precios más altos del cerdo, a consecuencia de los aumentos en los costes de alimentos balanceados y la recesión del comercio, como consecuencia de la disponibilidad de proteínas más baratas por la crisis económicas.

A esos acontecimientos, se suma tres tendencias que han estado hay durante las últimas décadas: la preferencia del consumidor por productos procesados que contienen menos carne, el aumento de dietas menos cárnicas motivadas por razones medioambientales, éticas, de bienestar animal o de salud y diferentes escándalos relacionados con la carne en la UE.

Rabobank considera que la industria porcina de la UE verá pocas oportunidades para mejorar el margen en los años venideros.

En palabras de Albert Vernooij, especialista de proteína animal en Rabobank, "para mantener la rentabilidad y los negocios más allá de 2025, los procesadores de cerdo de la UE deben tomar una decisión estratégica a propósito de su posicionamiento".

La decisión debe basarse en el estatus actual de la compañía y en los cinco factores para el éxito de los procesadores de porcino: la competitividad en costes, las fuentes, la eficiencia, el enfoque de mercado y el acceso a los clientes. El enfoque debe residir en la reducción del precio a través de inversiones bien dirigidas y orientadas a mejorar la eficiencia, en la racionalización de la capacidad para optimizar la utilización y en el fortalecimiento de la posición de la cadena de valor gracias a inversiones estratégicas en actividades conectadas o a través de la fusión/venta para fortalecer la posición competitiva.

La presión para adaptar y aplicar estos cinco factores es mayor para los procesadores de bajo rendimiento, que necesitan tomar una decisión estratégica para mantenerse en el negocio. Las empresas con mejores resultados seguirán invirtiendo y desarrollándose para garantizar que el éxito continúa.