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Estudian patógenos durante el trasporte del ganado porcino
24 June 2019EUA - Investigadores de la Universidad de Iowa proponen el uso de un polvo fluorescente para detectar si la contaminación de enfermedades puede pasar del transporte de cerdos a las instalaciones ganaderas.
Investigadores de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, junto con Iowa Select Farms y el Centro de Información de Salud Porcina (SHIC por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha un estudio piloto, que se basa en el empleo de un polvo fluorescente en los remolques de ganado porcino, para detectar enfermedades y cómo la contaminación de sus patógenos puede llegar a las instalaciones porcinas.
Es así como los investigadores ven la preocupación relativa a que el transporte del ganado porcino esté contaminado por un virus como el del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRSV), la diarrea epidémica porcina (PEDV) y otros patógenos procedentes de los mataderos, reporta Animal’s Health.
Los resultados de este estudio piloto demostraron que usar un polvo fluorescente es eficaz a la hora de rastrear la contaminación que dejan tras de sí los patógenos entre los remolques de ganado y las explotaciones ganaderas, ofreciendo así una herramienta de bioseguridad que garantice la sanidad animal durante el transporte del ganado porcino.
Los investigadores señalan que si los cerdos se infectan con algún tipo de estos virus, los ganaderos pueden sufrir pérdidas en la producción, además de que el transporte de porcinos se vuelva una fuente potencial de virus para otras explotaciones, teniendo en consideración que las personas encargadas de ese transporte también pueden llevar los patógenos contaminantes en su ropa y botas.
Los expertos observaron en el estudio realizado que la madera de las rampas que se utilizan para cargar y descargar a los cerdos parecían mostrar una huella de contaminación gracias al uso del polvo fluorescente, siendo este un marcador de contaminación de patógenos.
La orina y las heces de los animales que se acumulan en dicha rampa terminan disipando esa huella. Por ello, mediante el uso de una luz fluorescente los investigadores son capaces de detectar el polvo previamente depositado en la madera de la rampa.
El rastro que permitió el uso de la luz fluorescente confirmó que la parte inferior de las botas de los trabajadores también se contamina fácilmente con los patógenos, al igual que los pasillos que llevan a los establos en la explotación ganadera.
Ante estas conclusiones, los investigadores pretenden realizar más estudios empleando el uso de este polvo fluorescente para evaluar la carga vírica presente en diferentes zonas donde interactúa el ganado porcino para reducir así la probabilidad de transmisión de estos patógenos entre los animales, su transporte, su estancia en las explotaciones ganaderas y los trabajadores que interactúan con ellos, además de valorar si el tamaño de los cerdos y las etapas de producción influyen en la transmisión de estos patógenos.
Del equipo de redacción de ElSitioPorcino