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La influenza porcina: una enfermedad a tener cada vez más en cuenta en la producción

29 January 2016

Siendo una patología que afecta a toda la producción porcina, la estrategia más efectiva para el control de la influenza porcina es la vacunación.

Artículo de Jesús M. Lamana, asesor veterinario, España.

La alarma que ocasionó en el año 2009 a nivel mundial la gripe porcina, luego denominada gripe A (H1N1), hizo que los veterinarios del sector pusiéramos más atención sobre ésta patología que afecta a toda la producción porcina, cada vez con más intensidad y que está considerada como una zoonosis. Este virus infecta también a los cerdos y ha estado circulando desde entonces en el ganado porcino.

Etiología

El virus de la influenza porcina (IP) posee un genoma compuesto por 8 cadenas de ARN. La clasificación de éstos virus se hace por medio de las glicoproteínas de su superficie que son la HA (hemaglutinina) y la NA (neuraminidasa), estas son muy importantes para la respuesta inmune del hospedador.

Epidemiología

Durante varias décadas los cerdos solo se infectaron con virus de tipo H1N1 hasta que emergió en el año 1997 en Estados Unidos el H3N2, este virus presenta genomas de segmentos procedentes de cepas víricas humanas, aviares y porcinas. En 1999 aparece otra variante la H1N2 procedente de cepas aviares.

En España se hizo un trabajo sobre las cepas de IP abarcando desde el año 2007 al 2011 por Simón Grifé y cols (Vet. Microbiology). Se encontraron en los cerdos los 3 subtipos H1N1 (pandémico y porcino), H1N2, H3N2. Solo encontró un 7% de granjas porcinas negativas, siendo el más prevalente el H1N1 más del 50%, el segundo el H3N2 también por encima del 50% y el último el H1N2 menos de un 30%.

Destacando que hay un 40% de las explotaciones positivas con dos subtipos a la vez y un 14 % con los tres subtipos del virus IP. Por supuesto hay una gran variación según zonas de alta o baja densidad porcina, y la edad de los cerdos.

En las cerdas gestantes se encontró más el virus que en los cerdos de cebo, también influyeron las condiciones de bioseguridad, las instalaciones, la tasa de reposición, etc. Es decir que en las granjas porcinas españolas el virus de la IP es un componente más del llamado Complejo Respiratorio Porcino. Esto es importante para hacer un diagnóstico correcto, en aras a reducir la utilización de antibióticos en la producción ya que sabemos que éstos no son efectivos contra los virus.

En EUA también los virus de la IP son muy prevalentes en las granjas en particular el H1N1 con un 67,1% de prevalencia, seguido del H3N2 con un 38,3% y del H1N2 con un 10,8%.

En 31 granjas de Castilla y León (no vacunadas contra la IP) que he podido muestrear anticuerpos por ELISA contra virus IP se pueden hacer las siguientes observaciones: el 90 % de los cerdos son positivos, han tenido contacto con el virus o tienen anticuerpos maternales (éstos desaparecen en los lechones a los 8-12 semanas de vida). Todas las granjas tienen algún animal positivo, incluidas cerdas de reposición. Los verracos de dos centros de inseminación artificial (CIA) también tienen anticuerpos contra IP, pero el semen no transmite la enfermedad. El 90% de las granjas muestreadas de cebo son positivas.

La técnica de PCR realizada en fluidos orales me está proporcionando mucha información intra-granja ya que se puede detectar el virus acantonado en ciertas fases de la producción en especial en el cebo.

El virus cada vez tiene una manifestación menos estacional y aparece en cualquier época del año, el virus queda de forma subclínica en los cebos y van sistemáticamente infectando a los lechones que aunque posean anticuerpos maternales no les impide ser infectados por el virus, pero si les defienden de la enfermedad clínica. En el caso de no haber este tipo de anticuerpos los animales pueden ser infectados y enfermar.

¿Por qué los cerdos son tan problemáticos desde el punto de vista epidemiológico?

Porque en las células epiteliales de su tráquea se pueden producir infecciones mixtas, ya que poseen receptores específicos para ambos virus humanos y aviares, con la capacidad de generación de nuevas variantes por medio de la mutación o la deriva antigénica. Por lo que se pueden generar nuevos virus que podrían tener un componente pandémico, aunque no siempre tendrían que tener una mayor virulencia.

Las aves acuáticas migratorias son actualmente los portadores asintomáticos (ellos no enferman) y reservorios de los virus influenza tipo A ya que el virus infecta a sus células epiteliales intestinales por lo que a través de sus heces infectan a otros animales.

Sintomatología clínica

La enfermedad cuando entra por primera vez en una granja es muy manifiesta y tiene unos síntomas claros, afectando a todos los cerdos de la granja desde los lechones hasta los cebones, pasando por las cerdas madres. En general tosen todos, con fiebre elevada que es de corta duración, disnea, con abortos en cerdas gestantes. Al igual que en las personas los síntomas aparecen de repente y al cabo de unos 3 – 4 días desaparecen. Descargas nasales, conjuntivitis, estado letárgico, los animales no quieren levantarse y no comen.

En donde más pérdidas hay es en los cebaderos ya que los cerdos no crecen y se retrasan en su salida a matadero unos 6- 8 días, perdiendo peso hasta 6 kgs. La mortalidad es baja pero la morbilidad es muy alta afecta a casi todos los animales de la granja. El virus de la IP puede dañar el tracto respiratorio de los cerdos de cebo encharcando los pulmones de líquido sanguinolento y dando paso a veces a infecciones de tipo bacteriano o vírico por otros componentes del Complejo Respiratorio Porcino como son el virus de PRRS, Micoplasma hyopneumoniae, Actinobacillus, etc.

Lesiones

Suelen afectar a los pulmones en los lóbulos apicales y cardíacos, formando zonas oscuras con edema interlobulillar. Los nódulos linfáticos están inflamados y las vías respiratorias llenas de líquido sanguinolento. No son lesiones patognomónicas y se necesita un diagnóstico laboratorial.

Tratamiento

A pesar de que hay fármacos antivíricos éstos no se pueden utilizar en medicina veterinaria debido a su alto coste. Tratamos la influenza de forma sintomática administrando en el agua de bebida Paracetamol durante tres, cuatro días seguidos para bajar la fiebre. Los antiinflamatorios no esteroideos solubles como el Ketoprofeno son también muy interesantes porque además tienen efecto antiinflamatorio.

En cerdas lactantes también los utilizamos vía inyectable intramuscular con objeto de no perder la producción láctea. Solo hay que utilizar los antibióticos en el cebo si realmente se complica la enfermedad.

Diagnóstico

Las técnicas que utilizamos corrientemente para las granjas comerciales son dos, la primera es la técnica de ELISA para detectar anticuerpos contra el virus IP, sabremos si el virus ha infectado en algún momento a los animales. La segunda es la de la PCR que detecta el virus y la cantidad de genoma tanto a través de los sueros como a través de los fluidos orales.

Prevención

La estrategia más efectiva para el control de la IP es la vacunación. En España hay licenciadas dos vacunas comerciales inactivadas, una de ellas de reciente aparición. En la práctica se utilizan asiduamente por los productores, se vende millones de unidades de la vacuna producida en España, tanto a nivel nacional como internacional.

Actualmente todos los programas vacunales frente a IP se basan por definición en la protección cruzada. La protección cruzada requiere una inmunización previa sea por medio de la vacunación o de la infección natural. Hay que hacer notar que la inmunidad de tipo celular juega un papel importante en la protección cruzada. El virus va variando a lo largo del tiempo como hemos comentado pero las vacunas actuales son capaces de conferir inmunidad a las cerdas y cebones contra la aparición de la sintomatología clínica.

También los adyuvantes de las vacunas contra la IP sirven para conseguir una mayor respuesta inmune ayudando a conferir una mejor protección cruzada de las vacunas inactivadas comerciales. Las vacunas reducen la presión de infección, la cantidad de virus en el pulmón y las pérdidas económicas.

Plan vacunal: en España estamos inmersos en un plan de erradicación de la enfermedad de Aujeszky por lo que vacunamos a todos los cerdos de cebo dos veces a lo largo del ciclo, aprovechamos para vacunar contra la IP utilizando la vacuna como excipiente vacunal del liofilizado del virus.

Es interesante la vacunación de las cerdas madres y de las cerdas de reposición ya que suelen estar desprotegidas y son una ventana inmunológica por la que se puede introducir el virus, la reposición de cerdas madres en las granjas de producción modernas son altísimas. La bioseguridad de la granja es otro factor importante para la prevención de la IP.

Bibliografía

Maldonado J. y cols. 2006. Evidence of the concurrent circulation of N1H2, H1N1, and H3N2 influenza A viruses in densely populated pig áreas in Spain. Vet J. 172:377-381.

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