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Manuel Ramos: “La raza porcina ibérica tiene todavía un largo recorrido de mejora genética”
12 May 2017ESPAÑA - Granja Morante, integrada con Inga Food y ubicada en La Roca de la Sierra (Badajoz), ha logrado recientemente el Premio Porc D’Or Ibérico Especial del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación (Mapama) y Medio Ambiente a la Sanidad, Bienestar Animal y Medio Ambiente. El galardón reconoce que la explotación cumple y supera la legislación en esta materia. Extremadura ha sido la segunda comunidad en galardones en estos premios que organiza el Irta con el patrocinio de Caja Rural de Extremadura.
Las granjas de la región han logrado un oro, tres platas y cuatro bronces, que fueron entregados en Zafra. Granja Morante destaca por su enclave, diseño, medidas de bioseguridad tecnología, bienestar animal (protocolo Welfare Quality), y plan de gestión de residuos. El jefe de integración de la explotación, Manuel Ramos, explica sus características, indica El Periódico Extremadura.
-Han recibido el premio Porc D’Or Ibérico del Mapama a la Sanidad, Bienestar Animal y Medio Ambiente ¿Qué significa para ustedes?
-Supone una inyección de motivación y reconocimiento al trabajo diario para todo el equipo. A nivel de empresa seguimos una filosofía de producción sostenible, cuidando muchísimo la Bioseguridad, el bienestar animal y que todo se desarrolle en un perfecto equilibrio medioambiental, por lo que este galardón es el premio más importante que puede recibir una explotación en este campo. La granja fue especialmente diseñada para cuidar hasta los pequeños detalles, y todo el equipo humano que la gestiona a diario es digno de tal reconocimiento, por lo que se ha recibido con una gran satisfacción.
-¿Cuáles son las principales características de las instalaciones de Inga Food en La Roca de la Sierra?
-Pues se trata de una instalación vanguardista, con un diseño y cerramientos con unas excelentes medidas de bioseguridad, que dispone de la más moderna tecnología al servicio del ganado y la producción, que contribuye a una calidad ambiental excelente para el personal y los animales, y que fueron perfectamente diseñadas para optimizar los flujos de movimiento de animales y adecuándolas a cada fase productiva. De cara al desarrollo de cubriciones, es autosuficiente, disponiendo además de un centro de inseminación propio.
-¿Cuáles son vuestros ratios de Nacidos Vivos, Tasas de Partos y Productividad numérica?
-La productividad de nuestras granjas ha mejorado mucho en los últimos años, gracias a nuestro programa de selección y mejora genética en cerda ibérica, y a una mayor profesionalización del personal de granjas. El número de Nacidos Vivos está ya en muchas granjas por encima de los 9 lechones por parto, con tasas de parto alrededor del 90%, y con una tendencia al alza año tras año, que hace que la productividad vaya aumentando en la misma línea, donde actualmente ya está por encima de los 18 lechones por cerda en algunas granjas.
El incremento de los nacidos depende en gran medida del avance genético en las granjas núcleo, y es un proceso muy lento, pero estamos muy satisfechos por la trayectoria que llevamos en esta línea de trabajo, pues apostamos por esta selección hace bastantes años y ya estamos recogiendo el fruto del camino recorrido.
-¿En qué programas de mejora genética está inmersa vuestra empresa?
-Pues tenemos en marcha un plan de selección y mejora genética, con uno de los núcleos de cerdas ibéricas más importantes en número y avances, que trabajamos en posición ‘abuela’ (término con el que se denomina a la cerda destinada a producción de futuras reproductoras ibéricas, con destino a reposición de granjas productivas), y cuyo producto bautizamos comercialmente como cerda ibérica ‘Castúa’.
Se trata de una cerda reproductora ibérica pura, con todas las garantías sanitarias, genéticas y productivas, que nos permite alcanzar un producto de calidad, homogéneo y con unos parámetros productivos muy buenos. Con nuestro programa perseguimos ofrecer al sector nuestro avance, y contribuir a una mayor rentabilidad de los ganaderos de ibérico, así como un valor añadido a la industria transformadora.
-¿Tiene todavía que mejorar la raza porcina ibérica? ¿En qué aspectos?
-Por supuesto que sí, hay un largo recorrido de mejora en la raza. Se trata de una raza poco productiva, con la que se ha empezado a trabajar mucho más en la última década, pero que aún está lejos de productividades de lechones y crecimientos comparables a otras razas porcinas.
Esto no quiere decir que la meta sea la misma, pues se trata de razas totalmente diferentes por muchos aspectos, y quizás en el ibérico la selección haya que dirigirla a unos parámetros distintos. Se trata de una raza muy rústica, con gran una capacidad de adaptación al medio rural en condiciones extensivas, y en esta línea se ha trabajado durante décadas.
Pero ofrece unas características de calidad de carne excepcionales, que además son compatibles con una mejora genética en otros parámetros productivos que la hagan más rentable, por lo que tiene mucho potencial de mejora para los próximos años. No obstante, sin necesidad de influir en una mejora genética como tal, es una cerda que se adapta muy bien a un manejo más especializado y tecnológicamente más avanzado, que hace que se reduzcan los periodos improductivos, y mejore por tanto su productividad como ya se ha visto en el premio a la máxima productividad en 2017, con más de 19 lechones destetados por cerda y año.
Del equipo de redacción de ElSitioPorcino