Reporte del Mercado Global Genesus México

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Reporte del Mercado Global Genesus México

14 August 2023

Fluctuaciones en el Mercado Porcino Mexicano: Influencias y Necesidad de Adaptación. En las últimas 10 semanas, el mercado porcino mexicano ha sido testigo de notables fluctuaciones en los precios del cerdo en pie y sus productos derivados. Estas variaciones pueden atribuirse a una serie de factores, siendo las principales influencias derivadas de la demanda interna, las importaciones y los desafíos sanitarios.

Reporte del Mercado Global Genesus
México
Agosto 2023
Fernando Ortiz-Hermida, Genesus Ibero-America Business Development

El último reporte habíamos resaltado como un comenzar a repuntar el precio ubicándose alrededor de los 29 pesos/kg a finales de mayo, con subidas promediando entre un 3 y un 7% semanal, llegando a un tope por encima de los 37 pesos/kg durante la tercera semana de julio. Sin embargo, las últimas dos semanas el precio ha presentado una estabilidad, y en la actualidad está en los 36.92 pesos/kg., esto es un incremento de más del 27% desde el ultimo reporte.

La demanda interna ha desempeñado un papel crucial en la determinación de los precios del cerdo. A medida que la economía se ha reactivado y las restricciones de movilidad se han flexibilizado, la demanda de proteína porcina ha mostrado variaciones significativas. Períodos de aumento en la demanda doméstica han impulsado al alza los precios, mientras que desaceleraciones en la misma han resultado en estabilización o incluso reducciones en los valores. Esta volatilidad en la demanda ha requerido una respuesta ágil por parte de los productores para ajustar la producción de manera eficiente.

Las importaciones también han tenido un impacto directo en la dinámica de precios del mercado porcino. Cambios en las cantidades de carne porcina importada desde Estados Unidos, un importante proveedor, han influido en la oferta y, por ende, en los precios locales. Reducciones en las importaciones han generado presión al alza en los precios, mientras que incrementos han ejercido una tendencia opuesta. La dependencia de las importaciones ha resaltado la necesidad de diversificación de fuentes y de una mayor autosuficiencia en la producción local.

Adicionalmente, los desafíos sanitarios, como los brotes de enfermedades como el PRRS, han exacerbado las fluctuaciones en los precios. Estos eventos sumados a la liquidación de cerdas en algunos sistemas productivos han causado contracciones en la producción y, en consecuencia, han impactado la oferta disponible en el mercado. Las medidas de bioseguridad y la implementación de programas de medicina preventiva se han vuelto esenciales para mantener la salud de las piaras y limitar el impacto de estas enfermedades en la producción y, por ende, en los precios.

Estas dinámicas económicas, caracterizadas por la demanda interna, las importaciones y los desafíos sanitarios, han generado un entorno comercial cambiante y desafiante para los productores del mercado porcino mexicano. La necesidad de adaptación y la implementación de estrategias resilientes se han convertido en imperativos para enfrentar estas fluctuaciones en los precios y las condiciones del mercado. Los productores han tenido que ser flexibles en su producción, ajustando rápidamente las cantidades y adaptando sus enfoques comerciales para garantizar la estabilidad y rentabilidad en un entorno económico en constante cambio.

Impacto del peso mexicano fuerte y valorizado en las exportaciones de carne de cerdo mexicano

El peso mexicano se ha apreciado frente al dólar 19 por ciento en el último año.

El escenario reciente de un peso mexicano fuerte y valorizado ha presentado desafíos para la industria porcina mexicana, especialmente en términos de los ingresos generados por las exportaciones de cerdo. Cuando el peso mexicano gana fortaleza y se aprecia con relación a otras monedas, como el dólar estadounidense, surgen varias implicaciones que pueden afectar los ingresos obtenidos por las exportaciones de cerdo.

En primer lugar, un peso fuerte tiende a encarecer las exportaciones mexicanas en los mercados extranjeros. Esto se debe a que, en un entorno de moneda fuerte, el costo de los productos porcinos mexicanos denominados en pesos se vuelve más alto al convertirse a otras monedas. Como resultado, los compradores extranjeros podrían percibir estos productos como relativamente menos competitivos en comparación con ofertas similares provenientes de países con monedas más débiles. Esto puede llevar a una disminución en la demanda de cerdo mexicano en el extranjero, afectando en última instancia los volúmenes de exportación y los ingresos.

En segundo lugar, un peso apreciado puede afectar la rentabilidad de las exportaciones de cerdo para los productores mexicanos. Cuando reciben pagos en monedas extranjeras pero sus costos se mantienen principalmente en pesos, el tipo de cambio más alto puede reducir las ganancias al convertir los ingresos extranjeros nuevamente a pesos. Esto puede reducir los márgenes de ganancia y limitar los beneficios financieros de exportar productos porcinos.

Además, un peso fuerte puede influir en las dinámicas comerciales al potencialmente fomentar mayores importaciones hacia México. Con el peso mexicano teniendo un mayor poder adquisitivo, la importación de bienes de otros países podría volverse relativamente más económica. Esto podría llevar a una mayor competencia por parte de productos porcinos importados, afectando el mercado interno y posiblemente reduciendo la demanda por cerdo de producción nacional.

En conclusión, un peso mexicano fuerte y valorizado puede tener un impacto negativo en los ingresos por exportaciones de la industria porcina mexicana. El incremento en el costo de los productos porcinos mexicanos en los mercados extranjeros, la reducida rentabilidad debido a los efectos del tipo de cambio y los posibles desafíos planteados por un aumento en las importaciones, contribuyen colectivamente a un entorno menos favorable para las exportaciones de cerdo del país. Monitorizar las fluctuaciones de la moneda y aplicar medidas estratégicas para mitigar estos desafíos se vuelven cruciales para mantener una posición competitiva en el comercio global de la carne de cerdo.