Informe del Congreso Porcino de Iowa: Un rayo de esperanza

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Informe del Congreso Porcino de Iowa: Un rayo de esperanza

05 February 2024

EUA - Participamos en el Congreso Porcino de Iowa la semana pasada, celebrado en Des Moines. Este es el principal evento porcino del invierno.

Informe del Congreso Porcino de Iowa: Un rayo de esperanza

Nuestras observaciones

Parecía haber menos gente que otros años. Aun así, muchos expositores, aunque también parecían menos que en años anteriores. Todo un reflejo de una industria, que sospechamos, sufre números rojos.

El rayo de esperanza: Funcionamos sobre la premisa de uno de los dichos de mi padre: "Quién llama a quién". Siempre consideró esto un gran indicador de la dirección del mercado.

Durante mucho tiempo, han sido los vendedores los que llaman a los compradores para vender cerdos o lechones en el mercado al contado.

En el Congreso escuchamos de varias fuentes diferentes que "el péndulo había oscilado". Los empacadores pedían cerdos para el mercado. Los finalizadores pedían cerdos pequeños. La dinámica de “quién llama a quién” está en juego. Para nosotros, esto es una señal de que el mercado ha comenzado a subir. El rayo de esperanza.

No hay duda de que, al hablar con la gente de nuestra industria, las pérdidas han afectado a casi todos, tanto a los productores como a los vendedores. Hay emoción en el mercado y todos buscan un cambio de suerte.

Todo indica que el hato reproductor continúa reduciéndose. Hay liquidación en curso. Las pérdidas financieras de $30 US dólares por cabeza durante los últimos 15 meses están provocando la liquidación involuntaria del hato.

A propósito de perdidas, hablemos de prolapsos. Los productores en el Congreso nos contaron sus propias historias de horror sobre la cantidad de prolapsos justo antes del parto. Como si no hubiera suficientes formas de no ganar dinero en este negocio. Alguien preguntó si la edición genética eliminaría los prolapsos, luego me pregunté: si una empresa dice que puede solucionar el PRRS en el futuro, ¿por qué no puede hacerlo ahora?

La semana pasada llamamos a la conferencia porcina de Marco Island, Florida, organizada por el NPPC, el “Davos” de la industria porcina. Un participante del organismo hizo una gran excepción a nuestra caracterización de manera apasionada. Respetamos su defensa y argumento en nombre del NPPC. Todos queremos una industria porcina próspera.

David Newman es vicepresidente senior de crecimiento de mercado de la Junta Nacional de la Carne de Cerdo (NPB). Habló en el Congreso del Cerdo de Iowa. Fue fantástico escuchar a David decir que su prioridad número uno es la demanda de carne de cerdo. Algunos de los puntos de David en su presentación:

Los principales aspectos del consumo de carne de cerdo son la nutrición y el sabor.
El estadounidense promedio come 220 libras de carne de res, 49 libras de cerdo, 120 lbs. de pollo.
El 15% de las personas que se identifican como “vegetarianas” comen tocino.
Los hispanoamericanos comen más carne de cerdo que cualquier otro grupo (nota del editor: al observar la imagen de la frontera sur de Estados Unidos, parece que el consumo de carne de cerdo debería estar aumentando).
El consumidor estadounidense decidirá la supervivencia de la industria porcina.

El mensaje de David Newman es refrescante: la demanda se está reconociendo como la prioridad. El gusto es lo que atrae a los clientes habituales. David y la NPB tienen la tarea de lograr que una industria obsesionada con los costos y la manufactura reconozca el valor de ofrecer un mejor sabor a los consumidores. El consumidor que decidirá nuestra supervivencia. Como dice el dicho: "adáptate o muere".

Resumen

El Congreso Porcino de Iowa fue genial para ver a tanta gente comprometida con la industria porcina. La resiliencia de los productores y del personal de la industria es notable. Los productores de carne de cerdo son optimistas por naturaleza, así es como hay que ser. No es un trabajo gubernamental con horario fijo y pensión. Estamos en las trincheras del capitalismo darwiniano. Los futuros del cerdo magro han subido y los precios del alimento balanceado han bajado. Todavía no es la luz que brilla en la colina, pero sí definitivamente un rayo, un rayo de esperanza.